La llegada de Diego Maradona como técnico al club Gimnasia y Esgrima La Plata desató una locura, con cientos de personas que buscan ser parte del Lobo platense como socios, y los que acudieron en masa a su presentación oficial.
Una gran legión de periodistas se dirigió a El Bosque para recabar opiniones de diversos hinchas. Justamente, un periodista de TYC Sports encontró a un niño en la calle y le preguntó: “¿Qué vienes a ver?”, a lo que el pequeño contestó: “A Gimnasia”.
El periodista, atónito, replicó: “No, vienes a ver a Diego”. Lo que siguió después quedó en los oídos de todos los televidentes. El pequeño, con mucha actitud, aseveró: “No, a Gimnasia. No porque venga Maradona, lo debo ver a él. Yo vengo a ver a Gimnasia, mi cuadro de corazón”.
El regreso al fútbol argentino de Diego Armando Maradona, campeón del mundo en México-1986, representó un boom que sacudió a propios y extraños en Gimnasia, con cientos de hinchas que buscan sumarse como sea, a tal punto que debieron triplicarse los puestos de la oficina de socios y extenderse los horarios de atención.
En apenas un par de días, Gimnasia sumó más de 1.500 socios nuevos, y en apenas un par de horas vendió más de 500 camisetas alusivas a Maradona a un precio de 3500 pesos (61,40 dólares), además de comenzar negociaciones para sumar nuevos sponsors, necesarios también para solventar el vínculo de Diego con la entidad.
El sábado, unas 2.000 personas formaron filas desde temprano a las puertas del club para continuar los trámites, con una fuerte ansiedad por acudir a la presentación de Maradona.
Aun sin dirigir ni un solo entrenamiento, Maradona cumplió la primera meta prevista, la de generar un shock de confianza y optimismo, tal como lo necesita Gimnasia, que está último en la tabla de la Superliga de primera división, con apenas un punto en cinco partidos, y también último en la temida tabla de los promedios del descenso, informó AFP.
“Nos sorprendimos con una persona que conocía todo del plantel y que desde el primer momento estuvo predispuesto y con ganas de aceptar la propuesta. Nosotros queríamos algo más que un entrenador, un golpe de efecto, alguien que contagiara optimismo”, remarcó Gabriel Pellegrino, el presidente de Gimnasia.