Con el paso de los días, salen nuevas informaciones del ‘Caso Negreira‘ a la luz. En esta ocasión, un documento de 1996 muestra cómo los máximos mandatarios del CTA realizaban los respectivos ascensos y descensos de los árbitros.
Esta prueba demuestra cómo Enríquez Negreira modificaba a su gusto las evaluaciones que se hacían sobre los árbitros. Así lo ha publicado ‘ABC’ en su artículo, donde muestran cómo se realizaban los ascensos y descensos en el Comité Técnico de Árbitros (CTA).
Esta evaluación se realizaba a través de dos columnas las cuáles reflejaban la evaluación del encuentro y la dificultad del mismo. Junto a ellas, existía una tercera columna que reflejaba el criterio que se tenía desde los despachos.
Dicho documento de 1996 refleja este «índice corrector», también llamado VAL CTA (Valoración del CTA). En este arbitrario sistema, los jefes se encargaban de puntuar de 0 a 2, sin justificación ninguna, a los respectivos arbitros de cada partido.
Sin embargo, ni la puntuación, ni la clasifación, ni este sospechoso «índice corrector» eran determinantes en los ascensos o descensos. Negreira tenía una gran influencia en estas designaciones, ya que, en muchos casos, era él mismo el encargado de tomar la decisión en persona.
Designación a dedo
Uno de los ejemplos que se muestran es el caso del árbitro Pérez Lasa en Segunda División, ya que pasa del puesto 17º al 4º. Estos documentos eran firmados por Victoriano Sánchez Arminio, presidente del CTA, Enríquez Negreira, vicepresidente del mismo y una tercera persona que se desconoce la identidad.
Además, estos cambios provocaban una disminución o un aumento inmediato de la remuneración que percibían los arbitros de la época. Esto al final suponía un obstaculo imposible para aquellos que descendían sin motivos aparentes y que buscaban ser colegiados en la élite del fútbol.