El FC Barcelona afrontaba una nueva jornada de Liga, esta vez a domicilio contra el Girona. El Real Madrid y lo culés tienen una apasionante lucha por levantar el título, pero parece que el Barcelona juega con otras normas. De esta forma, contra el Girona volverían a tener ayudas arbitrales.
Aunque muchos quieran hacer creer, Gil Marín el último en sumarse a esta vomitiva campaña, que el Real Madrid es el club más beneficiado, supuestamente, por los árbitros, nada más lejos de la realidad. De hecho, ellos mismos se creen su propio relato. Así, en el último partido del Barcelona, los culés han vuelto a recibir un distinto trato arbitral. Corría el minuto 2 de partido….cuando Dembélé decidió sacar el codo a pasear para agredir a un jugador del Girona, una acción que no fue castigada ni con tarjeta amarilla, de locos.
Esta acción choca de lleno con el trato que recibe el Real Madrid, donde, por ejemplo, cuando Cristiano vestía de blanco le sacaron varias tarjetas rojas por jugadas muy similares, como olvidarse de aquella frente al Málaga. El Barcelona parece estar juzgado con otro reglamento, de hecho, lo vimos hace poco en Copa del Rey. La Real se quedó con uno menos por una acción igual que una de Dembélé escasos días antes, barra libre para ellos.
Además, al filo del descanso, Xavi lloró como nunca ante una simple mano que no les pitaron a favor y, como es lógico, el árbitro ni se inmutó, al contrario que con el entrenador del Girona, que al reclamar una falta que era, no le tembló el pulso para expulsarlo. Eso sí, saltó la sorpresa en el minuto 48, Gavi, uno de los jugadores que más faltas hace, vería la amarilla por una durísima entrada, que podría haber sido perfectamente tarjeta roja. Pero, el gran robo de la tarde llegó en el minuto 74, donde el árbitro y el VAR se tragaron un penalti por agarrón de Eric García, una más para la colección de ayudas arbitrales del Barcelona.
Polémicas y más polémicas
El FC Barcelona ha vuelto a recibir un trato de favor en un partido de liga, pero ya no pilla de sorpresa para nadie. Al comienzo del partido, una agresión de Dembélé se va al limbo y, en el último cuarto de hora, un penalti se esfuma, casi nada.
Si el Madrid quiere ganar esta liga ya sabe que lo tiene que hacer: luchar contra todo y contra todos. Cada jornada el Barcelona se ve envuelto de muchas polémicas arbitrales, pero que no hacen tanto ruido como si fuera el Madrid.