El Barcelona volvía a jugar fuera de casa tras sus dos pinchazos en Liga -un empate ante Osasuna y una derrota ante el Athletic-, con el objetivo de sumar tres puntos lejos del Camp Nou. Por su parte, el Granada llegaba al partido tras ganas sus dos últimos choques y con los mismos puntos que el cuadro azulgrana.
Como si se tratase de una crónica de una muerte anunciada, el Barcelona salió al terreno de juego con los fantasmas de jugar de visitantes. Y nada más empezar el partido, Azeez delantó al Granada y fue Vadillo quien puso el segundo gol en la segunda parte de penalti en un partido muy bueno del equipo entrenado por Diego Martínez y bastante gris del Barça.
El Granada golpeó primero
No habían transcurrido ni dos minutos del partido cuando el conjunto andaluz ya se había adelantado en el marcador tras una contra que pilló descolocado al Barcelona.
Puertas controló la pelota en la derecha, entró en el área para centrar, desvió la pelota Piqué y el cuero le cayó a Azeez que, en la línea de gol, solo tuvo que empujar la pelota. La jugada fue revisada por el VAR por una posible falta de Puertas sobre Lenglet, pero finalmente quedó en nada.
Puertas avisó de nuevo en el minuto 13, tras un disparo con la izquierda que se marchó rozando el palo de Ter Stegen. El Barcelona no tenía la pelota ante un Granada que había salido muy bien al partido.
Dominio andaluz
La pelota era del Barcelona, pero la tenía sin crear peligro ni asomarse por el área del Granada. Mientras tanto, el conjunto local se encontraba muy cómodo en el choque, dando el esférico al equipo azulgrana, y saliendo a la contra con mucho peligro y rapidez.
En una de esas internadas del equipo granadino, Puertas se la dio a Machís y este abrió para Neva, cuyo centro desde la banda izquierda lo despejó a saque de esquina Piqué. El partido estaba siendo perfecto del Granada, intenso sin balón y con grandes recuperaciones que ahogaban al Barcelona y hacían que los de Valverde no encontrasen su juego.
Messi y Ansu Fati, a escena
Valverde decidió dejar en el banquillo a los dos jugadores que más ilusionan ahora mismo al barcelonismo. Entraron en la segunda parte por Carles Párez y Junior. Ansu Fati lo intentaba una vez y otra por la banda izquierda, pero sin demasiado peligro. Mientras tanto, Messi estaba por todo el campo, pidiendo la pelota en todo momento.
Nada más empezar la segunda mitad, Ter Stegen cometió un error garrafal tras un centro de Carlos Neva que no bloqueó lo que hizo que casi se metiese el balón en su propia portería.
La aparición del VAR
El Barcelona lo intentaba, necesitaba un gol, pero Rui Silva apenas sufría. Mientras tanto, la afición del Granada disfrutaba viendo como su equipo iba ganando 1-0. En uno de los acercamientos del equipo local, Arturo Vidal, que entró en la segunda parte por Rakitic, hizo penalti.
Saque de esquina y la mano del chileno cortó el balón. El árbitro no señaló penalti, pero el VAR sí. Vadillo fue quien se encargó de lanzar el penalti engañando a Ter Stegen.
El Barcelona lo intentó hasta el final con más corazón que con cabeza, pero Rui Silva apenas fue inquietado tras una segunda parte del Granada que defendió de manera perfecta ante un Barcelona que sigue en caída libre cuando juega fuera de casa.