Juanma Rodríguez es uno de los rostros más representativos de ‘El Chiringuito’ y del madridismo. Así, aprovechando el ‘Barçagate’, no ha dudado en retratar fuertemente a Jota Jordi, compañero del programa de Pedrerol.
El FC Barcelona está envuelto en uno de los mayores escándalos del fútbol español. Todo ha explotado en las últimas semanas, y, a cada día que pasa, va cogiendo un tono más oscuro. El conjunto culé habría tenido a sueldo a Enríquez Negreira, el que fuera vicepresidente del comité técnico de árbitros, es decir, estamos ante una polémica bestial que está dando la vuelta al mundo. Además, ya se ha sabido que, la Fiscalía ha presentado la denuncia contra el Barcelona.
Pero, el ‘Barçagate’ también ha sacudido el mundo Twitter, donde Juanma Rodríguez ha querido dejar un ‘zasca’ descomunal. De esta forma, todo comenzó con un tweet de Jota Jordi, no hace falta presentaciones: “Les dolió tanto el SEXTETE, que ahora le quieren quitar mérito nombrando a Negreira. 3 de los títulos son internacionales y Negreira pintaba lo mismo que yo en el Vaticano. Ellos, sí sí ellos, que han ganado Champions manchadas de escándalos arbitrales. El sextete se mira y no se toca”.
Ante semejante discurso vergonzoso teñido de fanatismo, Juanma Rodríguez no tuvo más remedio que salir al paso: “Es cuestión de tiempo que donde hoy está el Camp Nou acaben levantando unos almacenes Harrods”. El tertuliano madridista de ‘El Chiringuito’ dejó clara la cruda realidad que atraviesa el FC Barcelona: un club arruinado y a la deriva, donde el ‘caso Negreira’ puede terminar de hundirles institucionalmente. Aunque hay algunos culés que prefieren vivir en Narnia, como el caso más llamativo de Jota Jordi.
Brutal
Juanma Rodríguez ha vuelto a dejar tiritando a Jota, que siempre termina retratado en Twitter. El FC Barcelona tiene que hacer frente a un escándalo en mayúsculas, aunque algunos quieran mirar hacia otro lado.
El ‘zasca’ del madridista ha sido brutal. Jota Jordi, que tiene tatuado el famoso sextete, quizás debería comenzar a pensar en cómo quitárselo o, por el contrario, acompañarlo con el rostro de Negreira.